Era todo demasiado perfecto para ser real, pero nos sentamos y charlamos de automovilismo, por más de una hora. Hablamos de Fórmula 1 y de TC2000, de sus carreras y de los pilotos de ese momento., quien llevaba en su maletín el libro “Los días de Reutemann” que había escrito el prestigioso Alfredo Parga, lo acercó para que Carlos lo firme, a lo que el Gobernador accedió complacido. También recuerdo haber hecho una de las notas más emotivas, cuando vía telefónica contactamos con Radio Las Parejas, ante el asombro de todos.El tiempo corrió de prisa y a nosotros nos daba apuro ver lo cómodo que él se sentía, porque pensábamos que estábamos entorpeciendo su agenda de trabajo. Sin embargo, Lole estaba muy a gusto charlando de carreras. Cuando nos paramos para saludar, nos preguntó por la ruta en que viajaríamos y agregó que si podía, iba a mirar la carrera porque El Zonda le gustaba mucho.Ahí comentamos que se generaron muchas expectativas respecto a la goma nueva que Good Year quería introducir en el TC2000 y fiel a su estilo, el santafesino preguntó cual era el cambio en ese sentido. Le dijimos que la categoría utilizaría un rodado más grande, con un compuesto más duro y que teníamos en nuestra camioneta un modelo de la llanta y el neumático, ya que se había presentado en un programa de TV llamado Par Motor.Sin darnos tiempo a nada, Reutemann nos pidió ver esa rueda por lo que tuvimos que salir del bar y en el playón de la estación bajamos todos los bolsos, para poder mostrarle la nueva llanta. Imaginen la situación de estar con Reutemann, el Gobernador, uno de los pilotos de Fórmula 1 más refinados de todos los tiempos, en el playón de una pequeña estación de servicio, mientras decenas y decenas de personas se agolparon para sacar fotos y registrar el momento, aunque en esa época las cámaras digitales de vanguardia y los celulares inteligentes solo eran pura fantasía.Fueron otros 40 minutos de charla afuera, con Reutemann de traje, un Gatorade en la mano, observando todos los detalles de la nueva Good Year de TC2000. Hasta nos anticipó que comportamiento iban a tener los autos con ese rodado y no le erró.Ese momento quedará para siempre atesorado en la memoria, porque no hay forma de no sentirse un privilegiado de la vida, por haber estado allí.El otro encuentro que quiero contarles, tiene que ver con un amigo, Damián Mari, piloto de Fórmula Renault, quien salvó su vida milagrosamente en 2005, luego de clavarse con su monoposto en el guard rail de la curva uno en Alta Gracia.Su padre, Jorge Mari, fue un grandísimo piloto de Fórmula 4 Santafesina, 4 veces subcampeón de la categoría en la que ganó en más de 12 oportunidades.Carlos Reutemann fue el referente de ambos y Damián aprendió a quererlo y a respetarlo por todas las cosas que su padre le trasmitió. Su admiración por Lole era tal que pintó su casco con los colores azul, amarillo y blanco que identificaron al gran volante de la Fórmula 1.En 2008, Damián se consagró Subcampeón de la Fórmula Renault Plus y por ello aquel año, realizó una tarjeta de salutación haciendo referencia a los subcampeones, realzando el valor de la victoria por sobre el título y la ilustración mostraba a Froilán González y a Reutemann, junto al F4 de su padre y el monoplaza subcampeón de Damián, con un claro mensaje de que no siempre se puede dar el campeonato, pero sí se puede quedar en la historia, luchando sin rendirse hasta el final.En oportunidad de una visita de Reutemann a Las Parejas, por temas institucionales, le dije a Damián, “Vamos a saludarlo así lo conocés y le regalas esa tarjeta donde lo homenajeas junto a Froilán González”. Así fue que llegó el día y en medio de una maraña de periodistas y de curiosos, esperé junto a Damián unos metros más allá.Cuando Reutemann se dispuso a ingresar, me vió y como siempre sucedió, esta vez tiró: “Damon estas en todos lados” luego de responder y cambiar un par de palabras le conté sobre la historia de Damián y allí se produjo un hecho hermoso porque Lole se puso a charlar con él, a preguntarle cosas sobre su carrera deportiva, sobre su padre, al tiempo que miraba detenidamente la tarjeta de salutación, donde se veía claramente el tributo del joven piloto parejense, corriendo con un casco réplica.La charla se extendió por varios minutos y luego, en la reunión protocolar programada con empresarios y autoridades de la región, Carlos Reutemann nunca soltó el sobre con la tarjeta que le habíamos dado minutos antes de ingresar.Sé que mucha gente vivió experiencias similares, mejores o distintas junto a Carlos Alberto Reutemann, por eso, si tienen ganas de compartirla y acompañarla con algunas fotos, podemos conocer un poco más sobre este hombre que se ganó un lugar en la historia, entre los más grandes pilotos de todos los tiempos.Así que espero sus comentarios, para rendirle tributo en el día de su cumpleaños!!