
DETALLE DE LA CARRERA
No estoy muy seguro de poder ganar alguna carrera en la Argentina. Los Ferrari ahora andan mucho. Parece que por fin dieron en la tecla. Además, están mejor calzados. Actualmente Firestone tiene los mejores neumáticos para Fl y F 2." Esto lo dijo Jochen Rindt el jueves por la noche, cuando pocos eran los que habían girado en el circuito N° 9 del autódromo. El domingo quedó demostrado que tenía razón. Los dos Ferrari ocuparon los primeros lugares y los tres únicos autos equipados con Firestone terminaron primero, segundo y tercero en la clasificación final. Esto demuestra que Rindt, además de ser buen volante está ubicado mentalmente en todo lo que atañe a su profesión. Claro que el simpático austríaco no es el único. Todos están en el tema y esto es importante. Significa una ventaja más que se suma al conocimiento del medio con que corren. Los nuestros, ante tamaño despliegue, poco pudieron hacer . Además, la mayoría no contó con plantas motrices adecuadas y todos los Cosworth no son iguales. Los diseñadores ingleses los entregan con una indicación que aconseja no pasarlo más allá de las 10.000 rpm, sin garantizar la potencia que anuncian. El de Rindt tiene una respetable tropilla más que los del resto, con excepción de Regazzoni. Para muchos, el de éste es el Cosworth más potente. El sábado, los mejores Cosworth fueron los de Rindt y Regazzoni, aunque éste se vio superado por los dos Ferrari. El Dino V 6 guarda en sus entrañas más potencia que el Cosworth aún. Ello los hace más confiables. Se puede arriesgar porque hay más resto, y en esta materia Ferrari tiene dos pilotos especiales. En su aspecto general, el auto tiene una terminación que deja mucho que desear, pero aunque son desprolijos, andan. Además, Ernesto Brambilla y de Adamich son dos superdotados para "tirar" los cambios, o la caja Ferrari es superior a la Hewland que utilizan todos. Cuando los dos Ferrari corrían juntos, era una sinfonía lo que se desprendía de sus motores. Ambos pasaban los cambios con rapidez asombrosa y mantenían el motor siempre en revoluciones. El chasis, a pesar de ser un monocasco, tiene un pequeño subchasis de tubos detrás donde va apoyado el motor. Es una tendencia parecida a la del Lotus. El producto de Colin Chapman aquí presente no puede hacer más de lo que vimos el domingo. El 48 MK 1 no es sino el 48 que corrió Jim Clark durante todo 1967 con mediano éxito, un auto de concepción obsoleta, aunque modificado y bastante actualizado. Si los del Team Golf Leaf (que se quedó en Europa) son iguales a éste, es mejor que Chapman empiece a confeccionar los planos de un modelo nuevo para el año próximo. El tercer puesto que obtuvo esta máquina tras Brambilla y de Adamich se debe más a Jackie Oliver y un "motorcito" bastante saludable que al auto en sí. Los Brabham, en cambio, son otra cosa. Rindt y Courage parecen tener los mejores, a pesar de que los de Copello, Bordeu y Cupeiro son los tres últimos construidos por el australiano. Veamos sino la numeración: el de Courage es el BT 23 C/1; el de Rindt, C/5; Rees, C/10; Copello, C/15; Bordeu, C/16, y Cupeiro, C/17. No obstante si bien en el aspecto estructural no hay nada que objetar respecto a ellos, hay algo en lo que Brabham no estuvo muy feliz: los alerones. Por primera vez, los Brabham ensayaron en F 2 la solución que el constructor estrenara en el Gran Premio de Italia de F 1 este año. Es decir, un alerón grande atrás y uno más pequeño sobre el capot delantero anclado a la suspensión respectiva. El esquema, que parece acertado, impresiona como sumamente frágil. Es algo que se nota a simple vista Los que utilizan Tecno, Matra y ferrari, por ejemplo, son mucho rnás rígidos gracias a que se hallan triangulados. En cambio, los de Lotus y Brabham están en una deriva total. El de Lotus es más fuerte por la robustez de los brazos que lo sostienen, pero en los Brabham todo es frágil. De allí que no extrañe cuando vimos a Jochen Rindt con el suyo "flameando" a diestra y siniestra. Al rato, Piers Courage padecía del mismo problema, y Copello también lo experimentó el viernes. De donde Brabham deberá rever el sistema. El Tecno, por su parte, no impresionó de manura acorde con todo lo que de él se esperaba. Es buen auto, sin duda, pero incipiente aún. En tanto, Matra fue la gran decepción. Beltoise, quinto el sabado, y Pescarolo, quinto el domingo, no hablan claro sobre el campeón y subcampeón europeos de la especialidad. Sufrieron numerosos problemas en los motores y declararon no poseer neumáticos adecuados. Por último, el De Tomaso no es sino un Tecno modificado en la suspensión delantera y la trompa, con mucho que experimentar todavía. Quizá el año que viene haya un modelo integramente construido por De Tomaso. seria mejor.
LOS ESTILISTAS
Entre los pilotos, lo que más lla-mó la atención es el vigor que porten en la conducción. La mayoria son rústicos, no hay estilistas, salvo Pescarolo, Rindt. de Adarnich y en menor medida Oliver y Courage. Rindt debe estar ya entre los cinco mejores pilotos del mundo. La fineza de su estilo se conjuga con una tremenda fuerza. Andrea de Adamich le rompió dos F 1 a Enzo Ferrari. Acá demostró que sabe conducir y muy bien. Junto con Brambilla, Pescarolo y Rindt, es quien mejor maneja la caja. Del resto poco es lo que puede decirse. Regazzoni confirmó los progresos que se le atribuían, aunque lo vemos demasiado vehemente. Facetti también progresó mucho respecto a sus últimas incursiones en nuestro pais. Pedro Rodriguez y Joseph Siffert defraudaron. No demostraron el caudal conductivo que se espera de un piloto que hace varios años corre en F 1. Quizá se encuentren incómodos ante la diferencia de potencia. Beltoise es el mismo que vimos el año pasado. Williams, Moser y Rees mostraron precaria prolijidad y una inoperancia total.
LOS ARGENTINOS
Como ya dijimos, poco fue lo que pudieron hacer. Lo que debieron soportar Reutemann y Marincovich, por caso, fue exasperante. Ron Harris, director del equipo. argumentó que hasta que Rodriguez no probara los autos y se quedara con el mejor de los tres, los dos argentinos no podían ensayar. Su explicación fue sencilla: "A mí me pagan más para que largue el auto de Rodríguez que los de Reutemann y Marincovich". Preguntamos: ¿YPF no pensó en esto? Los coches que descartó Rodríguez a las 18.30 del sábado no tienen ni punto de comparación con los otros Tecno. No creemosexagerar si dijéramos que son la expresión mecánica más pobre del reducido parque que nos visita. Esto no era lo aconsejable para promover pilotos jóvenes al plano internacional. Para colmo de males, en la segunda vuelta de carrera, un trompo de Moser propició un encontronazo entre Reutemann y Cupeiro que terminó con la inmediata deserción del primero y un retraso que luego impidió clasificarse al segundo. Copello no alcanzó a dar una vuelta. Se quedó en Ascari con el embrague deteriorado. De movida, tres argentinos menos y Marincovich "en el banco", sin poder largar siquiera, por haber roto el motor el sábado y no ser posible su arreglo. Finalmente, Bordeu y Vianini quedaron como los únicos defensores reales de nuestro prestigio. Ambos lo hicieron bien. Bordeu en base a una marcha regulada y sin cometer errores. Vianini, en una tesitura similar pero no tan intensa. Como comienzo es decididamente malo. Incluso mucho peor de lo que todos esperábamos. Sin embargo, tantos imponderables dejan abierta la esperanza para el futuro. Con un poco más de suerte
LA CARRERA
Andrea de Adarnich nos decía el Sábado: "Mañana podrán ver a cuatro hombres que van a andar juntos peleando por la punta; el resto va a quedar lejos. El circuito no se presta para generar las carreras que se ven en Europa; donde 10 a 12 autos corren separados por centímetros. Eso puede suceder en Córdoba, que es un trazado mucho más veloz, pero acá, Rindt, Beltoise, Brambilla y Courage serán los dueños de la verdad". Muy lejos no estuvo el espigado italiano. Sólo que se olvidó de incluirse en la pequeña lista. Porque junto con Rindt y Brambilla, de Adamich fue quien le dio vida a una carrera que muy pronto cayó en una monotonía para todos inesperada. Luego de la escaramuza Moser-Reutemann-Cupeiro y la temprana deserción de Copello, 15 autos quedaron en la pista. El espectáculo arrancaba mal, pero muy pronto la cosa se puso peor. A las quince vueltas, tres tercetos daban la tónica de la carrera. Rindt, Brambilla y de Adamich en la punta, Oliver, Regazzoni y Courage los seguían a la distancia, y Rodríguez. Pescarolo y Siffert completaban el panorama. Más atrás comenzaba el duelo Facetti-Bordeu, que culminó con un trompo del primero. Cuando Brambilla y de Adamich superaron a Rindt; comenzaron a hacer juego de equipo. De Adamich taponaba al austríaco con mucha displicencia, pero lo taponaba, en tanto Brambilla capitalizaba segundos a su favor. Con la "debacle" de los alerones de Rindt y Courage, todo se terminó. Recién sobre el final Regazzoni intentó acercarse a Oliver; pero sin éxito; estaba demasiado lejos y faltaba demasiado poco. En la punta. Brambilla lo esperó a de Adamich y entre los dos generaron un final para la tribuna que a esta altura no convence a nadie. De todas maneras, queda sentado que si los Ferrari ganaron es porque en este momento son los mejores autos de F2.
El sábado Pedro Rodríguez utilizó parte de lo sesión clasificatoria para volver a probar los tres autos de Ron Horris. Cuando por fin eligió el suyo, ocupó el resto dando otras tantas vueltas. Mientras esto ocurría ni Reutemann ni Marincovich pudieron salir. Según Harris, "mientras Rodríguez anda no se pueden atender tres autos al mismo tiempo". El mexicano se detuvo cuando sólo restaban 20 minutos paro finalizar lo clasificación. Entonces salieron los argentinos. A pesar de los palabras del inglés dieron sus tres pilotos varios vueltos juntos. Ninguno de las máquinas rindió bien y, aunque Rodríguez no se lo dijo a Herris, estaba muy enojado. El de Reutemann fue encamisado por los hermonos Padovani y el de Marincovich rompió una válvulo al final. Harris no tenía otro motor disponible y el arrecifeño no pudo largar el sábado. Al Club YPF le vendieron "gato por liebre".
SINCERIDAD. Es para anotar la franqueza de los dos jóvenes argentinos, Reutemann y Marincovich. Ambos hablaron sin tapujos sobre los autos y del equipo en que les toco actuar. Reutemann afirmó: "Tantos nervios y sacrificios con la selección para esto. Yo no lo siento por mi, sino por el Club YPF, o quien agradezco profundamente lo que hace por el automovilismo." Marincovich agregó: "No podemos hacer nada. Además Harris no nos tiene confianza."
DETALLE DE LA PISTA
Buenos Aires circuito 9

Autódromo municipal de la ciudad de Buenos Aires circuito 9