
DETALLE DE LA CARRERA
Hacia tres años que los Fórmula 2 no pisaban el circuito de Les Essarts, y Rindt detentaba el primado con 2'02"6 para el récord de vuelta. El trazado, uno de los mejores ejemplos europeos del tipo semipermanente, sólo puede ser comparado con Spa-Francorchamps por lo exigente. Los amplios y veloces curvones se suceden a lo largo de los 6,542 km de su recorrido y la lenta horquilla seria la única curva sencilla del trazado de no mediar la circunstancia de que hay que empezar a frenar en medio de una curva veloz, que se encuentra unos doscientos metros antes. Además, el pavimento de la zona de retome es de un empedrado bastante irregular, en resumen, ni un resuello para hombres y máquinas desde el momento en que se baja la bandera. Los entrenamientos, fueron bastante desalentadores para los argentinos. "Lole" demoró bastante para encontrar la relación adecuada y, justo cuando consiguió adaptar perfectamente la multiplicación de quinta para el circuito, un problema trivial le impidió aprovechar la experiencia acumulada. En efecto, luego de una vuelta y media con las relaciones correctas lo vimos detenerse en la salida de la horquilla conocida como "Curva del Nuevo Mundo" con la nafta brotando de un cañito de cobre cortado (que lleva el combustible al medidor de presión del circuito de alimentación). Un modesto 2'08"8 lo relegó a la última fila de la linea de largada de la segunda serie clasificatoria, Caldarella, que por un momento pareció más afortunado, lo precedió en una fila. Analizando cuidadosamente los registros de las pruebas de clasificación, comenzamos a alentar algunas esperanzas. A pesar de que "Chiche" tenia el vigésimo segundo tiempo (2'05"5) sólo se encontraba a tres segundos, exactos de los punteros, Regazzoni y Peterson, que compartían un increíble 2'02"5. Schenken, Siffert y Rindt los seguían con un segundo registro de apenas una décima de segundo mayor. Aventurar pronósticos era imposible, pero había algo indudable: la lucha seria reñidísima. La primera serie confirmó nuestras suposiciones. Tuvo un ritmo alucinante desde el comienzo, en que Peterson tomó la delantera con Fittipaldi y Sifiert pegados a su cola. En la quinta pasada el brasileño no integraba más el grupo de punta y, poco después, ingresó en boxes a marcha muy lenta. Rompió la correa que arrastra la bomba de nafta. De inmediato, sus mecánicos se pusieron a trabajar para cambiar el motor, jugando la carta de que el tiempo que consiguió en alguna de las cuatro vueltas que logró completar le diera la chance de ser de la partida en la final (el reglamento preveía que en la serie final habrían de intervenir los cinco mejores clasificados de cada batería inicial, y los cuatro que hubieran establecido los mejores tiempos de vuelta). La lucha entre Peterson y Siffert se prolongó hasta el final, pero el veterano Jack Brabharn terció en la contienda, alternándose con el piloto del March en el segundo puesto a lo largo de la segunda mitad de la serie. Finalmente, quedó tercero detrás de Siffert y Peterson y seguido por Bell y Westbury. Cuando les llegó el momento de entrar en la pista a los argentinos, se hallaban tan distanciados en la grilla de largada que empezamos a dudar de sus posibilidades. Desde el comienzo, Regazzoni, que había eliminado el alerón trasero para aumentar su velocidad en recta, tomó la punta perseguido por Rindt, Schenken e lckx. "Lole" iba décimo y tres puestos más atrás lo seguía Caldarella.
Las alternativas de la lucha entre los punteros nos hicieron descuidar el accionar de los hombres de retaguardia y, cuando en la octava pasada apareció en el cuarto puesto el Brabham de Reutemann, casi no podíamos creerlo. El pelotón de punta comenzó a diluirse a partir de ese momento. Regazzoni era inalcanzable y, vuelta tras vuelta, se separaba más de su escolta, Rindt. Pero cuando Schenken quedó a la vera del camino, con el mismo problema que había eliminado a Fittipaldi en la serie anterior, "Lole" se adueñó de una tercera posición tan inamovible como lo eran las colocaciones de los dos punteros. Sin embargo Pescarolo no desesperaba por alcanzarlo y no lo dejaba alejarse más de un centenar de metros. Dos rondas antes de concluir la batería, Reutemann tocó el pasto en la curva que precede a la horquilla del Nuevo Mundo y entró en uno de los trompos más espectaculares de su carrera. Al terminar la serie, varios fueron los que se le acercaron para felicitarlo por la forma magistral en que dominó su auto descontrolado y lo hizo volver a la pista. Pero Pescarolo aprovechó la coyuntura para situarse tercero. De cualquier manera, la competencia había sido una de las actuaciones más brillantes de Reutemann. Desgraciadamente, su coequiper no pudo acompañarlo en la grilla de largada de la final, porque el motor de su auto se agarró al cabo del primer tercio de carrera mientras iba undécimo. Durante el receso entre la segunda serie y la final, Quaglia y Pilotto cambiaron las pastillas de los frenos delanteros del auto de Reutemann. Cuando se dio la sellal de partida, "Lole" se escabulló entre los autos que lo precedían y, al promediar la primera vuelta, estaba ya cuarto. Al llegar a la penúltima curva del trazado, que se la conoce por la curva del "Aserradero", se encontró con la desagradable sorpresa de que el auto no frenaba bien. Ante la imposibilidad de encarar el viraje a la velocidad que venia, tuvo que optar por seguir de largo por la vía de escape y, al volver a pasar por el puesto de control, se encontraba último. El incidente fue definitorio: de allí en más no tenía ni la más mínima posibilidad de terciar en la discusión por la punta y, a pesar de todos sus esfuerzos, lo único que pudo hacer fue superar sucesivamente a Jaussaud y a de Adamich. El resto de la prueba fue tan impresionantemente reñido, que los comentaristas oficiales tenían dificultades por momentos para determinar quién era el puntero cuando tres autos pasaban frente al control en una misma línea. Siffert, Regazzoni y Peterson se alternaban en el comando, pero Fittipaldi e Ickx no les daban respiro. Rindt, en cambio, poco a poco perdía terreno. La última pasada frente al control fue en el siguiente orden: Peterson, Siffert, Regazzoni, Fittipaldi e lckx. Para cuando volvieron a aparecer todo había cambiado y era el BMW del suizo el que encabezaba el lote, seguido muy de cerca por el brasileño. Trescientos metros antes de cruzar la meta, Regazzoni, en una maniobra peligrosísima, se adelantó a Emerson y, por una fracción de segundo, temimos que se produjera una carambola fatal. Por una vez, la inconciencia se vio premiada y Fittipaldi quedó relegado al tercer puesto. El tren delantero del Lotus del brasileño, empero, estaba en una misma línea con el tren trasero del BMW del vencedor. Los tres punteros cruzaron la raya de sentencia dentro de un intervalo de tres décimas de segundo. De esta forma, BMW conquistó su segunda victoria consecutiva, confirmando nuestra teoría de que los autos alemanes llegaron a su madurez. Tampoco fue ninguna sorpresa la actuación del Tecno de Regazzoni ni la del brasileño, que una vez más hizo gala de su maravillosa regularidad. Para los argentinos no fue una tarde de suerte, pero igualmente fue una manera de seguir acumulando experiencia.
DETALLE DE LA PISTA
Rouen-Les-Essarts

Rouen-Les-Essarts es un circuito de carreras semipermanente situado en Grand-Couronne, distrito de Ruan, Francia. Inaugurado en 1950, fue sede de cinco ediciones del Gran Premio de Francia de Fórmula 1 y las ediciones 1953 y 1965 del Gran Premio de Francia de Motociclismo, de carreras de la Fórmula 2 Europea en las décadas de 1970 y 1980, y de categorías francesas de automovilismo de velocidad tales como el Campeonato de Francia de Fórmula 3. Los Tour de Francia de 1954 y 1956 usaron el circuito para etapas contrarreloj.
Rouen-Les-Essarts era un trazado de 5100 metros de extensión entre 1950 y 1954. En 1955 se lo cambió por un recorrido de 6542 metros, y finalmente la construcción de la autopista A13 forzó a modificar nuevamente el circuito, ahora de 5543 metros de extensión. Rouen-Les-Essarts se abandonó en 1993 por problemas de seguridad ante accidentes y costos de mantenimiento.