
DETALLE DE LA CARRERA
Hace diez dias, al finalizar la prueba de Pau, Carlos Reutemann aseveraba, a pesar de un modesto séptimo puesto, haber realizado su mejor carrera en Europa. El domingo último, en Nürburgring, la emoción de su tercera colocación no lo dejó articular palabra. De haber podido expresarse serenamente, sin duda hubiera repetido el concepto. No era para menos: en un circuito unánimemente reconocido como el más difícil del mundo y frente a cuarenta pilotos que representan a lo más granado de la categoría, el argentino logró encaramarse por segunda vez en un mes en el podio de los vencedores cosechando seis nuevos puntos para el Campeonato Europeo de Fórmula 2. Curiosamente, esta relevante performance también pasó en Alemania. En Hockenheim debutó el equipo argentino hace poco más de un año, alcanzando Reutemann la punta en los pasajes iniciales. Allí mismo, el santafecino volvió a puntear meses después. También en Hockenheim 'Lole" finalizó tercero hace exactamente treinta dias. Sin olvidar la ya legendaria'. "Misión Argentina" de los Torino en Nürburgring, se suma ahora esta labor que, sin duda, es lo mejor producido por la representación del ACÁ desde que incursiona en las pistas europeas. Es evidente que la experiencia cosechada hasta el momento resulta factor fundamental de los progresos experimentados en materia de resultados. Carlos Reutemann ya circula con sobrado aplomo por todo tipo de escenarios, H. Staffa parece integramente compenetrado con sus difíciles funciones de director técnico y el plantel de mecánicos en general ya se hace respetar al extremo de que los mismos europeos recurren a ellos en busca de ayuda, invirtiendo los papeles respecto a los comienzos de 1970. Esta subversión de valores es la que le otorga al conjunto la flema necesaria para colocarse entre los mejores de la especialidad, aún a despecho de dos autos con notables desventajas en relación con los nuevos modelos que todas las fábricas han puesto en circulación este año. Por eso se espera cada vez con mayor ansiedad la entrega, por parte de Brabharn, de los flamantes BT 36. Si bien en principio se los esperaba para Madrid, se considera dificil qué ello suceda. Empero, en el equipo no hay preocupaciones: los BT 30, por ahora, rinden más que los propios autos oficiales.
Desde los primeros entrenamientos se vio cómo Reutemann podía aspirar a los puestos de vanguardia. Ya el viernes señaló el cuarto tiempo entre los 32 pilotos que se hicieron presentes en el circuito. Delante de él, sólo Peterson, Emerson Fittipaldi y Bell. Detrás, hombres como Schenken, Graham Hill, Wilson Fittipaldi,Pescarolo,Stommelen, Wisell, los hermanos Brambilla y otros. Ruesch, en cambio, circulaba con mesura propia de principiante, tratando de memorizar en cada giro las 180 curvas que jalonan el escenario alemán. El sábado, el panorama no varió fundamentalmente. Sólo Cevert pudo colocarse sobre "Lole", quien asi quedó quinto en las pruebas de clasificación, ganando la segunda fila en la grilla de la partida. Ruesch estaba entre los últimos, aunque mejorando notablemente sus marcas del viernes. Hay que tener en cuenta que el cordobés solo logró girar diez veces antes de la carrera, número por demás exiguo tratándose nada menos que de Nürburgring. Ya en competencia, los dos pilotos argentinos siguieron sufriendo suerte dispar: mientras Ruesch se detenía al cabo de la 2a ronda con probable rotura de aros de pistón, Reutemann marchaba en sexto lugar précedido por Bell, Cevert, Peterson, Emerson Fittipaldi y Pescarolo. En la segunda vuelta, este último se detiene quedando el argentino en quinto puesto. A sus espaldas, treinta competidores pugnaban por ganar posiciones. Entre ellos, el más cercano era Dieter Quester, quien, con un March BMW, corría a 6" 2/10 del Brabham amarillo y blanco del ACA. Pero la gran alegría para el equipo argentino llegó en la quinta vuelta. En el transcurso de la misma, Derek Bell y Ronnie Peterson, pilotos oficiales March, que marchaban primero y tercero respectivamente, abardonan casi al unísono, pasando Reutemann a un 3er. puesto que era segundo entre los no graduados, ya que Fittipaldi, que lo precedía, no puede recibir puntos por el campeonato. Es decir que "Lole" tenía prácticamente asegurados seis puntos. En vista de ello, a partir de ese momento comenzó a correr con la fría responsabilidad que lo caracteriza; estableció su ritmo de carrera en el orden de los 8'04" (el sábado había señalado 8'01"8), y se dedicó más a tratar de contener los embates de Niki Lauda y Westbury, que a alcanzar al brasileño. En determinado momento, Lauda se le acercó peligrosamente, pero ello fue consecuencia de que Reutemann respetara las banderas blancas de precaución ante las ambulancias que circulaban por la pista debido a un accidente de Vittorio Brambilla (se proyectó contra el público dando muerte a una joven de 15 años). Lauda no hizo caso de ellas y aprovechó para acosar a Reutemann, quien al darse cuenta de lo que sucedía recobró su ritmo alejándose nuevamente del austríaco. A todo esto, Francois Cevert, quien ya comandaba el torneo, se había tornado inalcanzable con casi diez segundos de ventaja respecto a Fittipaldi. En la vuelta siete de las diez que comprendía la prueba, los seis primeros eran Cevert, Emerson Fittipaldi, Reutemann, Lauda, Westbury, Hill y Wilson Fittipaldi. Emerson le llevaba ocho segundos a "Lole" y este seis a Lauda. Sobre el final, tal vez porque el piloto brasileño redujo un tanto el tren de marcha ante la imposibilidad de alcanzar a Cevert, Reutemann se le acerco. El final, empero, sorprendió a todos en las mismas posiciones. Clan que la apoteosis se desató en el tox argentino. Allí, toda la tensión contenida a lo largo de la hora larga que duró la prueba hizo eclosión con el banderazo final que consagró definitivamente a Reutemann en Europa. Si es que algo le faltaba para alcanzar la consideración general en el Viejo Mundo, lo hizo el domingo. Por eso, las sinceras lágrimas de Hector Staffa volvieron a derramarse una vez más con las de Mimicha Bovlo de Reutemann y a la de todos los integrantes del equipo argentino. La escena, recordaba a la vivida cuando este joven santafecino que se largó a recorrer el mundo de la mano del ACA lograra el tercer puesto en el Gran Premio de la República Argentina. Curiosamente el domingo se celebró otra tercera colocación: un lugar que parece reservado para Reutemann en su camino al estrellato mundial.
DETALLE DE LA PISTA
Nurburgring

El circuito original se concibió como lugar de pruebas de las marcas alemanas de automóviles. La construcción del circuito, diseñado por Otto Creutz, se inició en septiembre de 1925. En 1927, Nürburgring comenzó a albergar el Gran Premio de Alemania y el Gran Premio de Alemania de Motociclismo.
En esta época existía un trazado completo de 28,3 km (17,5 millas) de 6,7 m de ancho y estaba formado por dos secciones, la sección sur, Südschleife, de 7,5 km, y la sección norte, Nordschleife, de 22,8 km. Considerado como el circuito más difícil y agotador del mundo, el Nordschleife se conoce como Grüne Hölle o "infierno verde", apelativo inventado por el piloto deFórmula 1 Jackie Stewart.
En 1929 se utilizó por última vez el circuito completo en Grandes Premios, y se pasó a utilizar el Nordschleife. Los pilotos que consiguieron recordar cada curva y ganar en la década de 1930 fueron llamados Ringmeister ("maestro del circuito"), comoRudolf Caracciola, Tazio Nuvolari y Bernd Rosemeyer.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, el Gran Premio de Alemania retornó a permaneció allí durante décadas y se incorporó al Campeonato Mundial de Fórmula 1 en 1951. Surgieron nuevos Ringmeister, tales como Alberto Ascari, Juan Manuel Fangio,Stirling Moss, John Surtees, Jackie Stewart y Jacky Ickx.
A finales de los años 1960, la pista era cada vez más peligrosa debido al aumento constante de velocidad de los Fórmula 1, por lo que en 1970 el Gran Premio de Alemania se mudó temporalmente al Hockenheimring mientras se reconstruía la sección norte. Se eliminaron obstáculos y se instalaron barreras de seguridad, pero esto fue suficiente por pocos años. En 1976, la pista ya no cumplía con las nuevas regulaciones de seguridad y, por sus dimensiones, tampoco se adaptaba el espectáculo en televisión - era imposible cubrir el recorrido entero mediante cámaras de televisión. Un accidente casi fatal de Niki Lauda, uno de los mayores oponentes al circuito, precipitó la salida del Nürburgring de las competencias de Fórmula 1.