FECHA: 22-08-1971 - POSICIÓN: 2 -
CATEGORÍA: Formula 2 europea (sin Puntos)
Semiafónico por la emoción contenida durante más de cuarenta y un minutos, Héctor Silverio Staffa, director técnico del equipo argentino de Fórmula dos, daba rienda suelta a su alegría mediante una expresión de deseos que posiblemente se pueda concretar en Inglaterra. Apenas unos pocos metros más allá, Carlos Reutemann volvía a compartir el podio de la victoria con quienes lo había hecho una semana atrás: Ronnie Peterson y Tim Schenken. Solamente que en esta oportunidad había trocado posiciones con Schenken, y fue así como la elegante figura del "Lole" se alzaba sobre el escalón marcado con el número dos. Una vez más, el santafecino puso todo de sí para apoyar la versión que asegura que el año próximo tendrá un lugar en el equipo Brabham de F 1. En un principio, el calendario de la Federation International de L' Automobile otorgaba el 22 de agosto para una competencia sin puntaje a disputarse en Pergusa, Italia, pero ante la negativa de los pilotos de concurrir al país mediterráneo, por el peligro que entrañaba el veloz circuito de Enna y los excesivos gastos de traslado que el viaje demandaba, la fecha quedó desierta. Fue entonces cuando los directivos del Auto Club Gottenk resolvieron aprovechar la oportunidad para organizar una prueba sin puntaje en el circuito de Kinnekullering, cerca de Estocolmo. El trazado, de 2.120 metros de extensión, no es precisamente el más apropiado para correr F 2, ya que no solamente es reducido en su longitud, sino que es sumamente estrecho, con desniveles y piso muy desparejo. Se diría que se asemeja más a un kartódromo que a una pista apta para albergar categorías internacionales. Empero, la troupe de F 2, que se hallaba en pleno en Suecia, aceptó el reto y fue así como luego de los entrenamientos clasificatorios, el público local pudo volver a paladear la satisfacción de ver a su ídolo, Ronnie Peterson, ocupando el puesto de privilegio en la grilla de partida. Su tiempo había sido inferior en apenas 6/10 al obtenido por Carlos Reutemann, quien desde ese momento se constituiría en su guarda espalda durante las dos series que integraron el total de la prueba. Nada pudo hacer Reine Wisell por doblegarlo, por más que en un intento en el que estuvo a punto de superar sus posibilidades, apenas si pudo realizar un tiempo superior en una décima al del argentino. Una vez más, Carlos Ruesch no pudo ser de la partida, ya que se hallaba afectado por una fuerte gripe y debió seguir las alternativas de la carrera por radio, desde su habitación, en el hotel donde se alojó el equipo argentino. Para esta oportunidad, tanto Reutemann como Ruesch contaban con motores reacondicionados por Peter Westbury, de los cuales se utilizó solamente uno de ellos en el Brabham BT 36 de "Lole" En carrera, el dominio de Ronnie Peterson fue absoluto, aunque poniendo siempre en evidencia la veracidad de quienes lo consideran como el piloto más rápido de la categoría. En realidad, absolutamente nadie se encontraba en condiciones como para seguirle el ritmo de marcha que impuso desde la partida, lo que se demuestra claramente observando las diferencias que lo separaron de Reutemann, su escolta en ambas series, las cuales orillaron en los doce segundos. No obstante, la actuación del argentino es una de las más meritorias de las realizadas hasta ahora desde el punto de vista táctico, ya que consciente de que Peterson era un imposible, aprovechó para poner de manifiesto en la pista una regularidad cronométrica y defender sus espaldas de quienes lo seguían. Entre los que se contaba lo más granado de la especialidad. Su rival más peligroso era precisamente quién lo había superado en Mantorp Park, el australiano Tim Schenken, que con una máquina similar, un Brabliam BT 36 lo hostigó permanentemente. Detrás de Schenken, un compacto pelotón, que integraban Wisell. Birrell. Gunnarson y Lauda, hacía las delicias de miles de suecos que aprovecharon el domingo soleado para divertirse con la guerra de la F 2. Si bien en la vanguardia la posición de Peterson estaba definida, no sucedía lo mismo detrás, donde la tenaz lucha que caracteriza a la categoría en cada una de sus presentadones volvía a ponerse de manifiesto. No obstante, casi nadie se pudo resistir a la tentación de aplaudir la meritoria actuación del argentino Reutemann por la forma cerebral en que encaró esta competencia. No solamente no perdió la calma ante la escapada cada vez más evidente de Peterson, sino que tuvo la suficiente sangré fria como para observar permanentemente a Schenken por el retrovisor y mantenerlo a una distancia prudencial, a pesar de que el irregular estado del circuito hubiera bastado para poner fuera de sí al más templado. Día a día, el mundillo del automovilismo europeo va adquiriendo más conciencia con respecto a las posibilidades que le caben a "Lole" para el futuro y hasta el mismo Schenken, una vez finalizada la competencia, no tuvo empacho en reconocer que le agradaría mucho tenerlo como compañero en el equipo Brabham de Fórmula 1. Méritos no le faltan precisamente, y el equipo argentino tratará de apuntalarlos en las próximas presentaciones. Para ello cuenta en su arsenal con cuatro motores Cosworth cero kilómetro, uno reacondicionado por Charles Lucas, dos por Peter Westbury y otro, que será llevado a Novamotor luego de la competencia de Brands Hatch.
Kinnekulering
El circuito, construido en 1969 y situado a 20 kilómetros al sur-oeste de Lidköping, fue construido en una antigua cantera en el borde del lago Vänern. Se realizaron carreras de F2 europea durante la década de 1970.