TULLN LANGENLEBARN

TULLN LANGENLEBARN FECHA: 12-09-1971 - POSICIÓN: 0 - CATEGORÍA: Formula 2 europea



TULLN LANGENLEBARN

DETALLE DE LA CARRERA

 

 

Otra vez el March amarillo y el casco azul metalizado en la punta Otra vez la frondosa cabellera rubia enmarcada por la corona de laureles. Otra vez la alta y espigada figura nórdica, queriendo parecer más alta y espigada en el escalón máximo del podio. En fin, otra vez Ronnie Peterson. El "boom" de 1971, el piloto del año, el único hombre que, a menos de un lustro de su ingreso en el automovilismo europeo, está a punto de lograr la hazaña de consagrarse Campeón Europeo de Fórmula 2 y Subcampeón Mundial de Conductores en la misma temporada. El "loco", el "desprejuiciado", el "desaprensivo", el mismo al que más de una vez se lo tildó de drogadicto, que se lo señaló como candidato seguro a la gran "piña", la definitiva. Pero él hizo oídos sordos a todo los comentarios adversos que tuvieron como epicentro a su discutida persona y siguió adelante, corriendo como sólo él sabe hacerlo, ganando, "matando". Siguiendo con esa tónica, el domingo pasado, en Austria, rubricó su quinto triunfo consecutivo en Fórmula 2 (tercero puntable) y dio un paso importante, casi decisivo, en pos de la ansiada corona europea de la categoría. A su singular fuerza, a su natural calidad, a su increíble arrojo, se opusieron, nuevamente, las máximas estrellas de la categoría; un grupo reducido pero efectivo, en el que también ocupa un lugar Carlos Alberto Reutemann. Desde los primeros entrenamientos se pudo vislumbrar que, en el veloz circuito de Tulln Langenlebarn, la lucha estaría planteada en términos drásticos entre los hombres que pugnaban por encaramarse o mantenerse en los primeros lugares del campeonato. Las pruebas de clasificación fueron una clara evidencia de ello. Fiel reflejo de lo que es al torneo actualmente, la sesión sabatina alineó en los cinco primeros lugares, precisamente, a los cinco hombres que encabezaban el campeonato; incluso en el mismo orden que ocupaban en la tabla de posiciones (Peterson, Reutemann, Cevert, Quester y Schenken). Del primero al último de ellos, sólo 28/100. Del argentino al sueco, apenas 11/100: es decir: nada. Más allá de la mitad del pelotón, Carlos Ruesch demostraba que todo lo aprendido durante el año fue asimilado correctamente y realizaba el decimoquinto tiempo a pocas centésimas de hombres experimentados como Wilson Fittipaldi, Henri Pescarolo y Tetsu lkuzawa, mientras a sus espaldas quedaban nombres como los de John Watson, Patrick Depainer, Giovanni Salvatti, Vittorio Brambilla y Carlos Pace. La diferencia del cordobés con Peterson, un segundo seis décimas: sin duda, un registro por demás significativo, que coloca a Ruesch en el terreno por él deseado a principios de año. "Ahora soy uno del montón, pero aspiro a estar entre las 20 primeros a mitad de año, entre los 15 primeros hacía fin de temporada y, con suerte, entre los 5 mejores el año que viene. Con estas palabras, el segundo piloto del ACA comentaba el camino a seguir cuando la temporada europea recién comenzaba. Hoy puede afirmarse que las dos primeras etapas ya fueron cumplidas. El decimoquinto puesto que logró en Austria precisamente tras los 14 mejores exponentes de la F 2 en estos momentos, son prueba irrefutable al respecto. 

LA CARRERA 
Los tiempos logrados en clasificación hacían prever dramática lucha. Empero, tanta expectativa quedó frustrada cuando el domingo una persistente lluvia comenzó a azotar el circuito. Bajo el aguacero se largó la primera serie. en la que inesperadamente picó en punta el crédito local Niki Lauda, quien saltó desde el centro de la tercera fila. Sin embargo, en la segunda vuelta las posiciones ya escalonaban a Peterson, Schenken, Reutemann, Quester y Cevert en los cinco primeros lugares. Estabilizada de esta forma la carrera, las diferencias a las 10 vueltas indicaban que Peterson aventajaba a Schenken por cinco segundos y este a Reutemann por ocho segundos y medio. A las 12 vueltas, la carrera sufrió el primer golpe de escena el que, lamentablemente estuvo a cargo del argentino, un problema en el embrague lo obligó a detenerse en boxes y abandonar posteriormente, al comprobarse que el elemento estaba totalmente inutilizado. Ante el inprevisto, la lucha quedó circunscripta al duelo Peterson-Schenken, aunque poco a poco también esta posibilidad se fue diluyendo en virtud de la ventaja que vuelta tras vuelta acumulaba el sueco en relación con el australiano. Este, a su vez, se distanciaba del resto y el tinal de la primera batería sorprendió a la columna encabezada por Peterson, tras el cual finalizaron Schenken, Quesler, Cevert y Wilson Fittipaldi. Con este resultado, la gestión de Reutemann en el torneo se veía seriamente comprometida. ya que de los seis primeros en el torneo todos menos él se distribuían los cinco primeros lugares. En lo que respecta a Ruesch, también problemas en el embrague lo relegaron, frustrando lo que en principio amenazaba en convertirse como su mejor labor europea. Sin Reutemann en la pista y con casi 20 segundos de ventaja a su favor, Ronnie Peterson inició confiado la serie final. A lo largo de las 35 vueltas de la misma permaneció junto a Tim Schenken, sin esforzarse, sabedor de que teniéndolo a su vista, el australiano nunca podia superarlo en la suma de tiempos. En los primeros momentos. Cevert se situó a espaldas del dúo puntero, pero sin duda esta vez no estaba para mantener el ritmo impuesto por estos, y a mitad de la batería se quedó definitivamente para tranquilidad de Reutemann, ya que si el francés alcanzaba la segunda posición le quitaba el lugar de escolta en el torneo. Tercero quedó entonces Quester y cuarto Wilson Fittipaldi. Mientras desde el fondo Ruesch circulaba a marcha regular quedando décimo, y dos puestos más atrás en la final por suma de tiempos.

DETALLE DE LA PISTA

TULLN LANGENLEBARN

Este circuito utilizado entre 1967 y 1971 se encontraba en un campo de aviación militar que altualmente está todavía en uso. En 1945 lo usaba el ejercito de los Estados Unidos. No hubo instalaciones permanentes y los fardos de paja marcaban el rumbo del circuito.